martes, 22 de abril de 2008

Teorías del Aprendizaje (Apunte de tutoría)

El aprendizaje desde su perspectiva histórica.

Si bien desde el punto de vista histórico podemos referirnos a infinidad de teorías acerca del aprendizaje, ya que este ha sido un tema que ha preocupado y preocupa a la Pedagogía, a la Psicología e inclusive a la Filosofía, nos aproximaremos a aquellas que han dejado huellas más profundas en las prácticas pedagógicas y que han sido posibilitadoras de diversas propuestas didácticas.

Es posible realizar una clasificación global de todas estas teorías, de acuerdo a lo que sustentan acerca de las influencias de lo hereditario o del medio. Es importante dilucidar la relación hereditario – adquirido porque los supuestos básicos, determinaran prácticas educativas muy distintas.

Históricamente esta problemática se ha presentado a partir de diversas antinomias: herencia – medio; desarrollo – aprendizaje; biológico – cultural. Las teorías más tradicionales o mecanicistas han puesto énfasis en lo hereditario, en el desarrollo biológico.

Actualmente hay una marcada tendencia a reconocer el peso del medio, del ambiente en la constitución del sujeto, como también a plantear la relación herencia – aprendizaje no como antinómica sino como problemática, como posibilitadora de múltiples articulaciones, de la posición que se tome ante ellas se producen distintas perspectivas teóricas y prácticas, las que influyen significativamente en la enseñanza.

Las teorías que ponen énfasis en el aspecto constitutivo básico de la personalidad, reducen la importancia del ambiente, de los aprendizajes, se deduce entonces que de poco sirve que mejoremos el ambiente para enriquecer su desarrollo.

Actualmente hay una tendencia a reconocer el peso de las condiciones ambientales. No hay nada en el ser humano que tenga que ver con su aspecto biológico sin que intervengan los aspectos psíquico y social. Desde esta perspectiva la enseñanza adquiere otra significación, será función de la educación mejorar ese ambiente, enriquecer las experiencias de aprendizaje.

La postura que adoptemos respecto a este supuesto básico será determinante de toda la práctica.


Las teorías asociacionistas y cognitivas: Consecuencias educativas.

En el desarrollo de las teorías pedagógicas, se han ido formulando diversas teorías sobre el aprendizaje. Podemos hallar distintas categorizaciones y clasificaciones de las mismas. Algunos autores hablan de teorías conexionistas, refiriéndose a las que sostienen que el aprendizaje es una conexión mecánica entre estímulo – respuesta; y teorías cognitivas a las que sostienen que el aprendizaje se lleva a cabo por complejos procesos de conocimiento que son factibles de ser estudiados.

Pozo se refiere a teorías asociacionistas, las que sostienen que el aprendizaje se produce por asociaciones mecánicas entre estímulos y respuestas, entre conocimientos previos y nuevos. Las teorías asociacionistas para Pozo coinciden con las llamadas conexionistas por otros autores, un ejemplo es el conductismo.

Otro grupo de teorías según este autor, lo constituyen las teorías cognitivas, dentro de las cuales podemos diferenciar la Gestalt, quien sostiene que el aprendizaje se produce por “insight” o comprensión repentina, de las relaciones entre diversos elementos de una situación problemática y las teorías constructivistas que sostienen que el aprendizaje es un complejo y continuo proceso de construcción en donde se van articulando y reestructurando nuevos y viejos conocimientos. El siguiente cuadro refleja lo expresado:

• Teorías asociacionistas o conexionistas

(conductismo)


• Teorías de la reestructuración

Aprendizaje por construcción (Piaget, Vygotzki, Ausubel, etc.)
Aprendizaje por comprensión repentina (Gestalt)


Pozo enfatiza la necesidad de reconocer que no son posturas antinómicas, sino complementarias, o que las teorías constructivistas son superadoras de las anteriores, cuando logran reconocer el valor de la asociación, ya que las reestructuraciones se producen, apoyándose en asociaciones previas.

Dentro de las teorías que más fuertemente signaron la práctica pedagógica se encuentran:

• La concepción más tradicional: representada por la corriente verbalista, considera que el aprendizaje se produce por la adquisición receptiva de información, mediante la palabra hablada o escrita. Nuestro cerebro funciona a modo de un receptáculo en el que se va guardando información. Las estrategias didácticas se reducen a clases expositivas, lecciones memorizadas, repeticiones, ejercicios mecánicos. El sujeto es pasivo y la concepción del conocimiento atomizado. La organización del contenido se centra, en la lógica de datos e informaciones.

• La corriente sensual empirista: superadora de la anterior, reconoce la importancia de todos los sentidos y de la experiencia en el proceso de aprendizaje. Si bien las estrategias didácticas se enriquecen, a partir de la importancia de la observación, el sujeto que aprende continúa en una postura pasiva respecto de la producción de conocimientos. Nuestro cerebro funciona como una fotocopiadora en la que se van registrando datos de lo que observamos, tocamos, escuchamos, etc. Son recurso exclusivo las clases demostrativas. El cambio radica en la agregación de actividades.
• La corriente de la escuela nueva: al recocer la importancia del interés y de la actividad, hace pasar al sujeto que aprende, de una postura pasiva a una activa y comprometida con el proceso. Pero esta corriente no alcanza a explicar los procesos psicológicos complejos que se producen a partir de la actividad. Por ello los docentes utilizaron la actividad como un fin en sí misma.

• El conductismo: a influido muy fuertemente durante años las prácticas pedagógicas. Surge como expresión del positivismo en la Psicología. Con el afán de lograr cientificidad intenta analizar los fenómenos referentes al hombre, a partir de las metodologías aplicadas a las ciencias exactas. Por lo que sostiene que, para que la Psicología adquiera categoría de ciencia debe atenerse a la observación y experimentación de los fenómenos observables, registrables y cuantificables. Sostiene que el hombre es una especie de “caja negra”, ya que no podemos analizar científicamente lo que sucede dentro de él. Solo podemos atenernos a lo que entra en dicha caja (los estímulos) y lo que sale (la conducta).

Desarrolla una vasta tarea de experimentación en el laboratorio con animales, de cuya observación infiere aportes al conocimiento de la conducta humana. En cuanto al aprendizaje sostiene, que se produce por una conexión, una asociación mecánica entre estímulo y respuesta.

El aprendizaje se logra en función de las conductas que el sujeto ensaya en relación con un estímulo determinado, con eliminación de las erróneas, hasta alcanzar la respuesta correcta. Esta es recompensada / reforzada para establecer la conexión estímulo – respuesta. El ejercicio exitoso también contribuye a asegurar el mantenimiento del vínculo asociativo. Es un modelo mecánico que opera por condicionamiento, lo determinante en la producción de aprendizaje está dado por condiciones externas.

• La teoría de la Gestalt (forma – estructura): realiza aportes interesantes a la problemática del aprendizaje. Como teoría estructuralista, enfatiza la importancia de la reestructuración significativa de la realidad que lleva a cabo el sujeto que aprende. Como percibe el sujeto que aprende, mostrando que no se percibe la realidad como suma de elementos aislados, sino a partir de estructuras significativas, es decir que se perciben también las relaciones entre los elementos. La operación que hace posible el aprendizaje es el insight, discernimiento, invisión, que se opera casi súbitamente, sin tanteos, permitiendo que las relaciones que se dan dentro de una situación sean vistas en nuevas formas. Esto es lo que determina la comprensión, el conocimiento, que no se considera vinculado con experiencias previas del sujeto, sino con la situación actual percibida.

Esta teoría a realizado aportes importantes a la enseñanza, superando la concepción de aprendizajes atomizados y señalando la importancia de las totalidades y de las relaciones entre los elementos que componen una totalidad. Ejemplos son los métodos globalizadores en la enseñanza de la escritura y la matemática conjuntista.

• El antimetodismo o “pedagogía de la espera”: también tuvo lugar en las prácticas escolares, este enfoque tiene que ver con la creencia en el desarrollo natural. Es decir con la concepción de un sujeto del aprendizaje que naturalmente va a madurar, desarrollarse, aprender, más allá de las intervenciones externas. Los nuevos aportes de la psicología y la Didáctica señalan, cada vez más, la importancia y necesidad de la ayuda pedagógica. Si se trata solo de observar como se desarrollan los niños y jóvenes, sin contribuir a que se generen nuevos intereses, la institución escolar y el docente pierden su función social.

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